La hernia de hiato se produce cuando la parte superior del estómago se desliza hacia la cavidad torácica a través de una pequeña abertura (hiato) del músculo que separa el tórax del abdomen (músculo diafragmático).
Causas :
Se genera cuando el tejido muscular diafragmático se debilita y la apertura (hiato) a través de la cual el esófago se une al estómago, se agranda, permitiendo que el estómago se desplace hacia la cavidad torácica.
No siempre sabemos por qué sucede esto, aunque puede ser por varias razones, como:
- La presión persistente e intensa en los músculos alrededor del estómago, que se experimenta al toser de forma brusca o en vómitos recurrentes.
- Hacer presión durante la evacuación intestinal
- Por levantar objetos pesados
- Por obesidad
- Cambios en el diafragma relacionados con la edad
- Otros
Hernia de hiato:
La hernia de hiato en niños suele ser congénita, nacen con ella.
Hasta un 20% de la población puede padecer hernia de hiato
Síntomas:
En la mayoría de los casos, una hernia de hiato pequeña no produce síntomas. Sin embargo, una hernia de hiato grande, hace que la comida y los jugos gástricos ácidos del estómago regresen al esófago. Éste se irrita y es cuando empezamos a sufrir los síntomas, como son:
- Ardor de estómago
- Flatulencia
- Dolor abdominal o dolor en el pecho
- Sensación de saciedad después de las comidas
- Mal aliento o tos seca
- Problemas para tragar
- Vómitos con sangre o heces negras que pueden indicar un sangrado gastrointestinal
Hernia de hiato por deslizamiento
Es el tipo más frecuente de hernia de hiato, representando entre el 90-95% de los casos. En este tipo de hernia se produce un deslizamiento tanto de la unión del esófago con el estómago, como de la parte superior del estómago a través del hiato.
El dolor en la hernia de hiato
El problema de la hernia de hiato aparece porque el deslizamiento y ascenso del estómago facilita que el contenido ácido del estómago refluya al esófago, que no está protegido contra los ácidos y jugos gástricos de la digestión. Esto provoca irritación e inflamación de la mucosa del esófago, dando lugar a la aparición de dolor y otros síntomas.
Si no se trata el reflujo de ácido, la inflamación del esófago empeora y puede provocar erosiones (esofagitis) o úlceras que causan dolor torácico o en la “boca del estómago”.
La persistencia de estas lesiones mucosas producen cicatrices que van estrechando el paso del esófago, pudiendo provocar dificultad para tragar. Por otro lado, si estas lesiones son crónicas, pueden acabar degenerándose y favoreciendo la aparición de lesiones premalignas.
¿Hay que seguir algún tipo de dieta?
En caso que sea necesario, se debe reducir el peso aconsejándose una dieta baja en calorías. Ésta es una de las medidas más importantes ya que aligerará la presión en el abdomen y mejorarán los síntomas.
- Se deben evitar comidas abundantes, ya que los excesos dificultarán la digestión, favoreciendo que el alimento permanezca más tiempo en el estómago y favoreciendo así el reflujo. Por lo que se recomienda tomar comidas ligeras, 5 veces al día, comer lentamente y masticar bien los alimentos.
- Intentar cenar 2 o 3 horas antes de ir a la cama.
- Cocinar de manera suave (hervido, vapor, horno…), evitar fritos y rebozados y cuidado con los alimentos cocinados a la plancha. Si éstos se queman, pueden irritar el esófago y el estómago cuando los comamos.
- Evitar los alimentos con temperaturas extremas (muy calientes o muy frías), ya que pueden favorecer la irritación.
Los alimentos aconsejados son:
- Lácteos desnatados
- Carnes poco grasas
- Pescados blancos, aunque podemos tomar pescado azul de manera moderada.
- En cuanto a las verduras y cereales, no suelen generar molestias, pero ciertas verduras como la coliflor, alcachofas o coles de Bruselas, son muy flatulentas. La fruta es preferible tomarla madura, al horno o en compota, ya que en estos casos disminuyen su acidez.
- Para hidratarnos podemos beber agua, infusiones suaves, caldos o zumos no ácidos.
Alimentos prohibidos en el caso de hernia de hiato
- Se deben reducir o eliminar alimentos muy grasos, ácidos, picantes, en escabeche o muy salados.
- Se deben evitar salsas, pescados en escabeche o salados, así como carnes grasas, quesos curados o lácteos enteros, embutidos, vísceras, frutos secos, productos de bollería y chocolate.
- Eliminar bebidas que estimulan la secreción ácido en el estómago como el alcohol, bebidas carbonatadas (con gases), el té o el café.
- Se deben limitar los alimentos ácidos, sobre todo a la hora de la cena, como son el tomate, vinagre, cítricos e incluso el yogurt.
- Ciertos alimentos o condimentos como el ajo, la cebolla o el pimiento, sobre todo crudos, favorecen el reflujo.